Análisis | The Texas Chain Saw Massacre

ANÁLISIS

Alejandro Cambronero Albaladejo


La masacre más conocida llega para revolucionar el género

El género del terror multijugador en los videojuegos es solitario, especialmente si tenemos en cuenta que el título más popular en la actualidad es el archiconocido Dead by Daylight y no por bueno ni mucho menos, sino porque la competencia es prácticamente nula, aunque este año ha cumplido su séptimo aniversario en línea y eso siempre es meritorio. El juego de terror asimétrico llegó a nuestros hogares el verano de 2016, un año antes de hacerlo Friday the 13th: The Game (IllFonic, 2017), antecesor del videojuego protagonista de hoy. También publicado por Gun Interactive (anteriormente Gun Media) y desarrollado por Sumo Digital, The Texas Chain Saw Massacre es un claro candidato a competir en el género del terror asimétrico con un concepto diferente al visto en otro juegos de terror con 4 supervivientes y, atención, 3 asesinos. Me gusta pensar que el nuevo título de Gun es un pseudo sucesor espiritual de Friday the 13th: The Game, que mejora enormemente en todos los aspectos, manteniendo una clara esencia y un buen uso de la licencia a la que hace referencia, que en algunas partes se queda a medio gas. The Texas Chain Saw Massacre nos permite elegir Leatherface, Sissy, Johnny, Cook y el autoestopista en el lado de los asesinos, y a Connie, Leland, Ana, Julie y Sonny como víctimas en un 4v3 con una mecánica hide and seek de manual donde se juega al escondite/pilla-pilla mientras se trata de escapar de los tres mapas base del juego (casa familiar, gasolinera y matadero) a través de varias opciones de salida que no resultarán nada fáciles de alcanzar.

The Texas Chain Saw Massacre resulta verdaderamente difícil al comenzar a jugar, especialmente como superviviente, porque no se conocen las posibles salidas o métodos de huida hasta que ya se tienen varias partidas a las espaldas. El tutorial que el juego posee para ambos bandos es muy general, pero poco ilustrativo a la hora de la verdad. En el caso de los asesinos, todo es bloquear/cerrar accesos por los que los supervivientes pueden pasar, perseguirles incansablemente hasta darles caza, poner trampas o incluso campear de manera muy sucia las salidas en el peor de los casos, un gameplay realmente sencillo en la práctica que incluso llega a ser, para mí al menos, algo aburrido. El verdadero reto, sin embargo, lo tienen las víctimas; con cuatro salidas disponibles en cada mapa siempre dispuestas en el mismo sitio, tenemos que conseguir las herramientas necesarias mientras burlamos a la familia para abrirnos paso por los escenarios. Lo primero siempre es salir del sótano, aunque una vez le cojamos el truco a coger ganzúas y abrir las diferentes puertas del sótano es pan comido; lo difícil viene cuando se sale de ahí ya que, aunque Leatherface empieza siempre con nosotros en el sótano, los otros dos miembros de la familia deambulan por el exterior preparados para cuando las víctimas salgan. Si hay una buena coordinación entre asesinos, los supervivientes son una presa fácil, por eso a veces es mejor ir por separado cuando se juega como víctima que en grupo. Por lo demás, una vez ubiquemos zonas de spawn de útiles y salidas, la supervivencia es más… posible.

Un título multiugador sin mucho espíritu multijugador

Como en cualquier videojuego multijugador asimétrico o por bandos, hacer equipo es una de las cosas más necesarias que existen, algo bastante difícil en este juego no solo por lo complicado de encontrar jugadores hispanohablantes, sino porque el título no tiene un sistema de amigos en el que poder agregar jugadores ni conocidos ni desconocidos. A pesar de tener crossplay entre todas las plataformas a excepción de PS4 y Xbox One, no hay un menú de amigos para hacer grupos o buscar jugadores con los que nos hayamos entendido durante la partida, y todo tira del sistema desde el que estemos jugando (si queremos agregar a alguien, tendremos que hacerlo desde PSN si estamos en PlayStation, desde Steam si estamos en Steam, etc). Un atraso generacional que, a pesar de resultar obvio, no está implementado en The Texas Chain Saw Massacre, al igual que tampoco lo estuvo en Friday the 13th: The Game; curiosamente, mejora multitud de cosas respecto a su predecesor editorial, pero los fallos que comete son prácticamente los mismos y que, por desgracia, no hacen más que acortar la vida del juego de manera prematura. Si no se dispone de un buen sistema de grupos desde el lanzamiento del juego, es muy difícil para los jugadores poder encontrar salas y comunidades si se juega en Solo Q. De esta manera, los jugadores con los que coincidamos siempre serán aleatorios y, por ende, cada partida puede hacerse un mundo para entender a cada miembro del grupo tanto de asesino como de superviviente.

Esto, además de resultar desesperante porque no permite crear grupos de jugadores sin estar jugando en el mismo sistema, genera un desbalanceo importante entre partidas en lo que al nivel general del grupo respecta, siendo realmente agotador el hecho de poder jugar una partida con un equipo que sabe lo que hace y, a la siguiente, ver cómo todos tus compañeros dan vueltas en círculos mientras tú lo haces todo. Jugar en Solo Q (desgraciadamente no he podido jugar ni una sola partida en grupo) ha sido una experiencia interesante, sobre todo porque me he encontrado ante una situación más digna del modo historia de un videojuego que de un multijugador: ¡se puede sobrevivir SOLO! De hecho, llegaría a decir que es hasta más prometedor jugar de manera individual usando a los compañeros como cebos para distraer a los asesinos mientras tú te las arreglas para salir. En el más del 90% de ocasiones en las que he salido, ha sido de manera totalmente autodidacta y sin ayuda activa de los compañeros, aunque supongo que correr con los asesinos detrás por ir como locos cuenta como algún tipo de ayuda. Esto no es algo más positivo que negativo, porque la buena noticia es que puedes jugar en solitario y tener altas posibilidades de escapar por cualquiera de las salidas aunque te toque hacerlo todo por tu cuenta. En otros juegos del estilo, es prácticamente imposible avanzar en la partida como superviviente o asesino y salir sin un buen trabajo en equipo. Por otro lado, lo más desesperante ahora mismo son los hackers, que abundan a diestro y siniestro y rompen la experiencia.

¿Larga vida al juego o éxito efímero por ser la novedad?

The Texas Chain Saw Massacre resulta novedoso para el multijugador asimétrico, especialmente por su componente 4v3, pero no revoluciona nada más. Me sigue pareciendo una versión mejorada de Jason Vorhees y compañía, pero en mapas más pequeños, con dos asesinos más y varias opciones de supervivencia adicionales para no morir nada más el asesino te atrape. Es adictivo, eso sí, mucho, sobre todo cuando le coges el truco y vas mejorando a los miembros de la familia y a las víctimas a través del árbol de habilidades dedicado de cada uno de ellos, así como ganando experiencia para aumentar los niveles de sus habilidades personales, haciendo que cada personaje, sea del bando que sea, resulte único en mecánicas de juego, algo muy parecido a otro juego multijugador reciente de gran calibre que tuvo una muy buena acogida, pero que a dia de hoy está un poco de capa caída por el poco mantenimiento que tiene: Evil Dead: The Game. En ambos juegos se sacrifica el «libre albedrío» para encadenarnos a no repetir personajes en la partida, teniendo que ponernos de acuerdo con el resto de jugadores para ver si seremos defensa, ataque, apoyo, destreza, etc. Esto me parece bien, pero limita enormemente las opciones de juego y, prácticamente, nos obliga a no poder disfrutar más de los personajes cuando y como queramos; cógele cariño y el truco a uno para no querer usar a más, dicen. Pero, la gran pregunta es, ¿está preparado la nueva propuesta de Gun Interactive para mantener el ritmo y no quedarse atrás en cuanto a contenidos y nuevas posibilidades se refiere?

Este tipo de juegos, a la larga, sobreviven con el añadido de nuevos mapas, personajes jugables y, lo más importante, cosméticos. Es ahí donde los jugadores se dejan el dinero necesario para seguir nutriendo el desarrollo del título, por eso me gusta cuando estos juegos son free-to-play y no de pago al lanzamiento (buen punto para Xbox Game Pass, que lo ha incluido de salida, algo que podría haber hecho PlayStation Plus). Prefiero un free-to-play con micropagos a un juego de pago con micropagos o, mucho peor, un juego que acabe como Friday the 13th: The Game, con la licencia siendo retirada por sus dueños y, en consecuencia, abandonado su desarrollo. The Texas Chain Saw Massacre tiene muchísimo potencial técnico y gráfico para exprimir al máximo el lore de La matanza de Texas, pero tiene que hacerlo. Que a día de hoy un juego multijugador no salga con una hoja de ruta orientativa, sin fechas concretas, me preocupa enormemente. El equipo ya ha comentado que se está encargando principalmente en arreglar fallos y balancear ciertos aspectos del juego que están poco pulidos, pero el tirón inicial no le durará para siempre. No quiero parecer inconformista, pero confío tanto en el juego y en lo mucho que puede llegar a ser que miedo me da ver otra oportunidad perdida y echada a perder con un cierre de servidores o desarrollos detenidos, porque para lo poco que vemos juegos así, cada vez duran menos. Con unos pocos retoques y un calendario de contenido sólido, The Texas Chain Saw Massacre tiene no muchas, sino todas las papeletas para tener una larga vida útil.


CONCLUSIÓN: The Texas Chain Saw Massacre reúne todos los componentes necesarios para forjarse un hueco en el género del terror multijugador asimétrico, pero no termina de aprovecharlos en su lanzamiento. Con un apartado visual y gráfico bastante notable y un gameplay dinámico e interesante, carece de algo importantísimo: más contenido y previsión del mismo a futuro.

7

NOTABLE


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