Análisis | Fort Solis

Una noche claustrofóbica en el planeta rojo

Fort Solis nos pone en la piel del ingeniero Jack Leary y su compañera Jessica Appleton, que pasan la noche más larga de sus vidas en una aislada base minera de Marte. El transcurso del juego, dividido en cuatro capítulos, tiene como eje central la exploración de la estación espacial de Fort Solis para investigar un desconocido incidente acaecido en las instalaciones. Con una duración media de entre 4 y 6 horas dependiendo de nuestro estilo de juego y lo mucho o poco que deseemos explorar la laberíntica estación espacial y sus exteriores, esta aventura narrativa se consagra como una de las mayores y mejores sorpresas del año. Aunque no parezcan muchas horas de juego, se agradecen títulos que puedas pasarte en un fin de semana a un precio no muy elevado; además, a pesar de estar conformado en capítulos, invita en todo momento a seguir completándolo hasta alcanzar el clímax de su historia, que tiene un ritmo perfecto y no decae en ningún momento, apoyándose en una trama misteriosa cuyos detalles no pueden ser revelados porque el riesgo de spoilers es elevado, así como en unos personajes con una gran construcción con los que «conectas» desde el minuto uno. Además, da gran valor a los coleccionables, como archivos de audio y vídeo, que no están ahí solo para ser recogidos como tal, sino para entender el trasfondo de lo que está ocurriendo en la estación espacial de Fort Solis e, incluso, entender todas las partes de la trama desde los puntos de vista humano, ético y profesional. Ofrece tal sensación de claustrofobia y ansia por descubrirlo todo que no puedes soltar el mando.

Desarrollado por Fallen Leaf y editado por Dear Villagers, es uno de los primeros videojuegos realizados con el motor gráfico Unreal Engine 5, y se nota enormemente dada la impresionante calidad gráfica que tiene. Para ser un juego AA, visualmente hablando lucha en la liga de proyectos con muchísimo más presupuesto y deslumbra con un apartado técnico hiperrealista y unos gráficos de infarto, con una espectacular recreación de la estación de Fort Solis y los personajes hasta el más mínimo detalle; pocos juegos AA consiguen alcanzar unas cotas visuales tan elevadas, y eso es digno de admiración. Sin embargo, queda lastrado por una mala optimización, al menos en PlayStation 5, que hace prácticamente imposible jugar correctamente con el modo calidad, ya que da problemas en la carga de texturas, el movimiento de la cámara se vuelve loco y algunas imágenes sufren muchísimos tirones. Esta mala optimización, seguramente debido a lo novedoso del motor gráfico y a la elevada calidad gráfica que el juego posee, hace que el modo rendimiento sea la mejor (y casi obligada) opción en consola, que también sufre en algunas ocasiones, aunque en muchísima menor medida. Pese a esto, es infinitamente superior a aventuras narrativas AA que han visto la luz en los últimos meses y años, como por ejemplo The Dark Pictures: The Devil In Me, que supuso un festival de fallos y horrendos gráficos para tratarse de un estudio tan consolidado como Supermassive Games. Esto es una gran noticia para el futuro tanto del estudio, como del motor gráfico UE5.

No es una aventura narrativa de terror, es un thriller en toda regla

No esperéis ver en Fort Solis una aventura de terror espacial ni psicológico al estilo Alien, Dead Space o similares, porque no lo es, ni siquiera hay armas para usar o grandes combates, los cuales se reducen a cinemáticas QTE que, eso sí, no sirven para nada porque siempre tienen el mismo resultado se acierten o no los comandos requeridos, algo que no termino de entender, pero que no rompe del todo la ambientación del juego, si bien le quita sentido a los poquísimos enfrentamientos que propone el título, que perfectamente podrían haberse quedado como escenas y ya está. De hecho, solo hay un enfrentamiento con su correspondiente secuencia de botones que sí tiene causalidad en el resultado. Fort Solis es un auténtico thriller más parecido al juego de mesa Cluedo, en el que debemos descubrir por qué los tripulantes de la estación espacial están apareciendo muertos, quién o qué los está matando y, sobre todo, el motivo por el cual se está desatando esa masacre abordo. El juego es un walking simulator de manual plagado de numerosos elementos con los que interactuar por los escenarios y estancias que recorrer, obteniendo acceso a otras nuevas a medida que avanzamos en el juego, siendo ese su mejor acierto: nos mete en una aventura narrativa totalmente cinematográfica en la que siempre tenemos el control, escaseando las cinemáticas cada dos pasos (¡gracias!). Realmente me ha sorprendido porque me esperaba algo completamente diferente y, sinceramente, muy inferior a lo que he jugado, y más cuando las sorpresas así este año están brillando por su ausencia.

Incluso, hace algo tan desesperante como es prescindir de un botón de correr, que debo decir es la primera (y muy posiblemente última vez, al menos en mucho tiempo) que reconozco es una decisión más que acertada; desafiante al principio, pero gratificante conforme juegas. Pero es que el título tiene una duración y un ritmo tan bien implementados, que algo que normalmente va en contra de este tipo de productos como es un videojuego 3D en tercera persona se convierte en un pilar fundamental que sustenta con creces el resultado final. Fort Solis se refuerza y engrandece gracias a una narrativa de lujo con unos actores del más alto nivel como son Roger Clark (Red Dead Redemption 2), Troy Baker (The Last of Us, Death Stranding) y Julia Brown (The Last Kingdom, World on Fire), entre otros, unos diálogos brillantes entre los personajes y un guion principal (diálogos y cinemáticas) que se complementa de forma excelente con el secundario (archivos de audio y vídeo) en forma de coleccionables que hilan perfectamente para enriquecer la trama sobre la que gira el juego, animando a descubrirlos todos sin sentir esa obligación por recogerlos. Esta aventura gráfica de acción espacial realista es una opción ideal para disfrutar de una buenísima historia con unos personajes muy reales y un apartado visual exquisito sin necesidad de estar jugando horas y horas, con la mitad de ellas de puro relleno, algo que se agradece a día de hoy. Para terminar, solo puedo desear una secuela del universo de Fort Solis que dé respuestas a las incógnitas que se quedan en el aire…