Análisis | Alfred Hitchcock – Vertigo


El nuevo rumbo de uno de los maestros de la aventura gráfica

Pendulo Studios es mi estudio desarrollador español favorito desde hace muchos, muchísimos años. Nos remontamos a nuestro primer contacto, allá por el comienzo de la década de los 2000, cuando Runaway: A Road Adventure llegó a mis manos casi de casualidad tras verlo y pedirle a mis padres que me lo compraran en uno de los ya desgraciadamente extintos videoclubs que también vendían videojuegos. Creo que nunca se me olvidará verlo en uno de los cajones de pie que tenían cuando tuve esa época a mis ni siquiera 10 años en la que el PC se convirtió en mi plataforma de juego predilecta. Por aquel entonces, me guiaba mucho o prácticamente por completo por las portadas y contraportadas de los videojuegos, leía la sinopsis y veía las imágenes conceptuales, y se vivía mejor así. Se convirtió rápidamente en uno de los juegos que más he disfrutado y querido como jugador, siguiéndoles Runaway 2: The Dream of the Turtle y Runaway 3: A Twist of Fate como colofón final de una franquicia que, muy sinceramente, es una de mis favoritas a todos los niveles. Por supuesto, también fue mi primer contacto con un género que amo, la aventura gráfica y los juegos de point and click. En definitiva, tres obras maestras de desarrollo nacional con las cuales, desde entonces, he seguido la pista a Pendulo Studios con cada uno de sus lanzamientos.

20 años después, llega Alfred Hitchcock – Vertigo, que presenta una muy libre adaptación de la obra cinematográfica homónima de 1958, donde debemos desentrañar un misterio que es como una bola de nieve, la cual se hace más y más grande conforme avanzamos hasta llegar al clímax final. Si bien mantiene la esencia de los orígenes del estudio, peca de haber caído en una evolución demasiado común y poco genuina que poco o nada tiene que ver con sus orígenes. Está muy lejos de los orígenes del estudio madrileño Pendulo Studios, y la verdad es que no exactamente para bien. Entre Blacksad: Under the Skin y Alfred Hitchcock – Vertigo, se puede decir que ambos título, los dos últimos desarrollos, no hacen justicia a lo que en su día fue un estudio que tenía en su catálogo productos más completos, que rompían la norma y se han recordado con mucho cariño ante el paso de los años. No será con este, más bien olvidable que memorable, aunque confío ciegamente en que el próximo proyecto de Pendulo Studios vuelva a esa época dorada donde títulos como Runaway, Hollywood Monsters o Yesterday Origins suponían un ejemplo de cómo debía ser una gran aventura gráfica, y claramente no en lo que se ha transformado ahora; un producto más enfocado a lo común, sin ambición por destacar como antaño.

Narrativa atrapante pero de ritmo muy lento

Como comentaba anteriormente, Pendulo Studios está en un proceso de cambio. No demasiado bueno, pero en un proceso. Mientras esperamos a que se reencuentren, puedo decir con total orgullo que sus narrativas siguen siendo absolutamente buenas y están un paso más allá de otros muchos desarrollos de aventura gráfica y otros géneros. Es su fuerte, ellos lo saben, y es lo que mejor venden. Ojo, todo el derecho y toda la razón. Ed Miller, protagonista de la historia, se encuentra en una espiral de recuerdos olvidados que debe reordenar junto a la psiquiatra Julia Lomas para entender un caso que implica mucho más que una simple amnesia y que envuelve a otros muchos personajes entre el pasado y presente. Todo está perfectamente atado, bien hilado, para que nos perdamos y vayamos haciendo nuestras propias apuestas o sacando conclusiones que, adelanto, la mayoría no serán lo que estábamos pensando. Es un lío de marras, porque la narrativa es extremadamente densa y hay que estar muy atento o incluso tomar notas de todo lo que pasa en el juego, donde absolutamente nada es lo que parece. Lleno de giros de guion impredecibles en una trama donde abunda el misterio y no saber lo que pasa realmente hasta su recta final, un poquito después de la segunda mitad de la campaña. El problema viene cuando, al ser todo tan complejo, el ritmo acaba siendo vulgarmente lento.

De las casi 10 horas que dura la historia principal de Alfred Hitchcock – Vertigo, hubiera deseado que el contenido se hubiera recortado a la mitad, porque se hace horriblemente tedioso. Al final, con tantas vueltas que da la narrativa, por muy buena que sea (que lo es), hace que el jugador se dedique a simplemente prestar la atención justa y necesaria poco antes del ecuador del videojuego. Todo pasa demasiado despacio, como si la trama avanzara a pasos muy, muy pequeños. En una aventura gráfica narrativa, donde el mayor peso reside en la historia y no en otros aspectos como la jugabilidad, el recorrer escenarios amplios, etc., es imprescindible mantener la atención del jugador focalizada y no aburrirle, sobre todo cuando tienes una trama tan sumamente interesante. Las primeras 5 horas son muy pero que muy duras de tragar, y no es hasta las siguientes 5 cuando el ritmo coge forma y no parece un tropiezo constante, sino un camino más llano y agradable de recorrer. Sí, es cierto que va de menos a más, y eso en un juego es prácticamente una asignatura obligatoria, pero al no estar escalado pierde fuerza. Eso sí, merece muchísimo la pena llegar hasta el final porque no solo resulta satisfactorio, sino que resolverlo todo tras una narrativa tan bien construida es la mayor de las recompensas. Aquí la marca Pendulo se mantiene intacta y es lo que salva considerablemente todo el juego de haber sido un absoluto fiasco.

Jugable y técnicamente muy limitado para un desarrollo de esta escala

Dejando a un lado los rumbos y los ritmos que hemos visto, ¿cuál es el verdadero y más notablemente hándicap de Alfred Hitchcock – Vertigo? Sin lugar a duda, su desempeño jugable y técnico. Apenas podemos hacer más que movernos por los escuetos escenarios del juego, pero todo está tan guiado que no evita caer en una linealidad que le hace flaco favor, ya que relega la interacción del usuario a un segundo plano condicional específico que en su conjunto parece más un walkthrough en vídeo que un juego en el que estemos a los mandos. Sobre todo, sufre en las recreaciones durante las sesiones de hipnosis con Julia Lomas, un concepto de reconstrucción de los hechos para entender el presente descifrando el pasado de Ed Miller. Estos momentos se hacen repetitivos porque la jugabilidad se reduce a tocar el mismo botón (el cual por cierto nos recuerda a Twin Mirror, que tampoco nos entusiasmó demasiado), pero es de reconocer que esos momentos de investigación le dan un punto extra. Se inspira en títulos como Life is Strange (uno de los actuales referentes del género) y los juegos de Supermassive Games por sus tan bien desarrolladas historias, de las cuales Vertigo tiene poco o nada que envidiar, pero falla en la ejecución de las mecánicas que hagan un poco más dinámico el gameplay. Abusa demasiado de los movimientos a realizar con los joysticks hasta el punto de haber preferido otro tipo de QTEs.

Por otro lado, la versión de PlayStation 5 sufre muchísimos problemas de rendimiento; no es un juego estable, da tirones o se congela la pantalla durante el gameplay y las cinemáticas, además de tener demasiadas pantallas de carga que se hacen eternas para estar ejecutándose en una consola de nueva generación (no me quiero imaginar en PlayStation 4). La línea de dibujado y el detalle de los personajes y escenarios, aparte de escaso parece haberse quedado en la época de PlayStation 2. Animaciones pobres que sacan al jugador de la experiencia, expresiones inertes en los personajes y una calidad visual que deja mucho que desear. Es por eso que digo lo mucho que me sorprende que Pendulo Studios, uno de los maestros de la aventura gráfica y cuyo apartado técnico y visual siempre ha sido exquisito y de lo mejor que ha tenido el género, sufra ahora estas carencias tan perceptibles y llamativas. Aun con estas, tengo especial ganas de que llegue el nuevo proyecto del estudio, una adaptación de Tintín desarrollada en Egipto prevista para 2023, porque estoy seguro de que tendremos una fiel recreación del personaje de Hergé con una muy buena historia que, esperemos, esté acompañada de una mayor jugabilidad y una calidad técnica más acorde a la generación que se acerque a los éxitos publicados anteriormente por Pendulo Studuos. Eso sí, lo poco que se ha enseñado del próximo juego pinta muy, pero que muy bien.


Plataforma revisada:

CONCLUSIÓN: Alfred Hitchcock – Vertigo cuenta con una magnífica narrativa llena de giros de guion y una excelente construcción de los personajes, desgraciadamente lastrada por una escasísima jugabilidad, un apartado técnico muy limitado y un ritmo demasiado lento. Está muy lejos de los sublimes inicios de Pendulo Studios que hicieron historia en los videojuegos de aventura gráfica.

LO MEJOR

  • Una narrativa de infarto
  • Excelente construcción de los personajes
  • Continuos giros de guion que te mantienen en vilo
  • La investigación del caso en las sesiones de hipnosis
  • Buen doblaje al español

LO PEOR

  • Ritmo muy lento que se hace tedioso
  • Muy limitado en el apartado técnico
  • Escasa jugabilidad, demasiado guiado
  • La banda sonora es absurdamente repetitiva

Puntuación: 6.5 de 10.

BUENO


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