Una apuesta interesante difícilmente ejecutada

Rise of the Ronin es un título que, desde el momento de su anuncio, ha generado numerosas expectativas al ofrecer una atractiva combinación por su narrativa enfocada en los samuráis, así como por su acción y exploración en un mundo abierto. Ambientado en Japón durante el turbulento periodo del Bakumatsu, el juego de Team Ninja busca fusionar elementos de narrativa histórica con mecánicas de combate en un entorno inmersivo. Sin embargo, a pesar de contar con una temática rica y una narrativa intrigante, Rise of the Ronin se queda corto en varios aspectos, particularmente en lo que respecta a su apartado técnico y gameplay, dos características que lo dejan en una posición algo decepcionante tanto dentro del género como nacimiento de nueva IP.

Uno de los puntos más fuertes de Rise of the Ronin es su contexto y la narrativa que ofrece. El juego se desarrolla durante los últimos años del shogunato Tokugawa, un periodo en el que Japón experimenta una gran inestabilidad política, social y militar debido a la llegada de Occidente y la inminente modernización del país. Este periodo de transición está bien representado, con la tensión entre la tradición samurái y la influencia extranjera plasmada tanto en la historia como en el mundo del juego.

El protagonista, un ronin sin amo que se encuentra en medio de estos cambios, es un personaje interesante. La idea de ser un guerrero errante, sin lealtades claras, permite al jugador explorar dilemas morales y éticos mientras decide a quién apoyar en este contexto tan cambiante. La narrativa está bien construida y los personajes secundarios, desde samuráis tradicionales hasta figuras modernistas, ofrecen diálogos interesantes que ayudan a profundizar en el conflicto histórico.

Sin embargo, aunque la trama es intrigante, no siempre está bien implementada. A lo largo del juego, algunos momentos importantes se sienten forzados o no tan bien desarrollados como deberían, lo que hace que el jugador pierda conexión con ciertos personajes o situaciones clave. Aunque la premisa histórica es sólida, la ejecución narrativa deja la sensación de que se podría haber profundizado más en los temas filosóficos y políticos del periodo.

Una nueva IP que estaba preparada para sorprender, pero finalmente no lo hace

El mayor problema con Rise of the Ronin radica en su apartado técnico, un aspecto en el que un juego de este calibre debería destacar. Si bien no se puede decir que el juego sea técnicamente malo, tampoco alcanza el nivel esperado para un título AAA en 2024. Los gráficos, aunque funcionales, no impresionan; los modelos de los personajes carecen de detalle y las animaciones a menudo parecen toscas o poco fluidas.

El mundo abierto de Rise of the Ronin está bien diseñado desde el punto de vista conceptual, con ciudades llenas de vida y paisajes rurales que capturan la belleza del Japón feudal. Sin embargo, el apartado visual no logra explotar este potencial. Las texturas pueden sentirse planas, y la iluminación, aunque adecuada, no aporta ese toque de realismo que encontramos en otros títulos recientes del género. A esto se suma la falta de innovación en términos de diseño ambiental: el mundo es bonito a primera vista, pero carece de elementos que lo hagan verdaderamente memorable.

Por otro lado, el rendimiento del juego también es desigual. Aunque no presenta errores técnicos importantes ni caídas de fotogramas severas, los tiempos de carga y las transiciones entre escenas pueden sentirse un tanto bruscos. El título parece quedarse a medio camino entre la generación actual y la pasada, lo que se nota especialmente si lo comparamos con otros grandes del género, que han logrado elevar el estándar gráfico en los últimos años.

Un gameplay tosco y repetitivo

El combate es otro de los pilares sobre los que Rise of the Ronin intenta sostenerse, pero desafortunadamente, es en este aspecto donde el juego falla con mayor claridad. El sistema de combate, aunque funcional, resulta tosco y carece de la fluidez y precisión que uno esperaría de un título de acción desarrollado por Team Ninja, un estudio con experiencia en juegos de combate como Nioh o Ninja Gaiden.

El combate con espadas tiene un buen peso, y los ataques son satisfactorios cuando logras conectar, pero el sistema de control se siente impreciso y torpe, lo que puede generar frustración en momentos clave. Las animaciones de los golpes no están bien sincronizadas con las acciones del jugador, lo que le quita dinamismo a las peleas y hace que enfrentarse a los enemigos no sea tan entretenido como debería ser. Los tiroteos, que se incluyen como un intento de integrar las armas de fuego occidentales de la época, tampoco aportan mucho a la experiencia. Estos son básicos y poco emocionantes, los cuales acaban siendo más un añadido superficial que una parte realmente integrada dentro del sistema de combate en sí.

Además, la estructura del juego, que sigue los principios de un mundo abierto, peca de ser demasiado repetitiva. Las misiones secundarias y los objetivos en el mapa se sienten genéricos y carecen de la variedad o profundidad necesarias para mantener al jugador enganchado. A pesar de la temática interesante y las posibilidades narrativas del contexto histórico, la falta de innovación en las misiones hace que el juego se vuelva monótono rápidamente.

Cuando un juego como Rise of the Ronin se presenta como un título AAA y promete una experiencia de mundo abierto con una temática samurái, es inevitable compararlo con otros títulos del género que han puesto el listón muy, pero que muy alto en los últimos años. Ghost of Tsushima, por ejemplo, es un referente inmediato. Y si bien Rise of the Ronin tiene una premisa interesante, nunca logra alcanzar las cotas de calidad de Ghost of Tsushima, ni en términos técnicos ni en lo que respecta al propio gameplay.

Mientras que Ghost of Tsushima ofrecía un sistema de combate pulido, gráficos impresionantes y una narrativa tan sólida como impactante, Rise of the Ronin acaba siendo una versión menos refinada, que no llega a destacar en ningún apartado concreto. Aunque intenta seguir los pasos de los grandes del género, carece de la innovación y distinción necesarias para sobresalir en un mercado tan pequeño como competitivo.

Muy buenas intenciones que se quedan cortas

Rise of the Ronin es un juego que cuenta con una temática interesante y una narrativa histórica que, en teoría, podría haber dado lugar a una gran experiencia de acción y aventura en un mundo abierto. Sin embargo, las deficiencias en su apartado técnico y la tosquedad de su gameplay lo dejan en una posición difícil. No es un mal juego, pero tampoco logra destacar en ninguno de los aspectos que un título AAA debe dominar.

Para los fans de la temática samurái o del Japón feudal, Rise of the Ronin puede ofrecer horas y horas de entretenimiento, especialmente por su contexto y excelente ambientación dentro del marco histórico que presenta. Sin embargo, aquellos que busquen una experiencia pulida y memorable pueden sentirse decepcionados al no alcanzar el nivel de otros títulos tan memorables del género. Sus propuestas tan ambiciosas son, en el fondo, el peor enemigo de esta nueva IP.

7

Este análisis se ha elaborado gracias a una clave digital del juego ofrecida por PlayStation España.

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